Son enfermedades que se caracterizan por un proceso progresivo de degeneración y muerte neuronal en el cerebro. Lo que las distingue entre sí son los diferentes grupos neuronales o áreas cerebrales afectadas en cada enfermedad, produciendo síntomas y evoluciones diferentes. Aquellas enfermedades que alteran los circuitos motores, por ejemplo, causan sobre todo trastornos del movimiento, como es el caso del Parkinson; en cambio, en otras como el Alzheimer, se altera predominantemente la memoria.
La enfermedad de Parkinson, al igual que la enfermedad de Alzheimer, es una enfermedad neurodegenerativa frecuente. Actualmente, en España la sufren unas 150 000 personas y, con el envejecimiento progresivo de la población, el número de afectados aumentará significativamente en los próximos años. Los síntomas del Parkinson son muy variados. Son característicos el enlentecimiento motor, la rigidez muscular y el temblor. Pero los pacientes con Parkinson pueden, además, presentar alteraciones psiquiátricas como depresión o apatía, estreñimiento y problemas urinarios, y alteraciones del sueño o de la memoria que en fases avanzadas pueden llegar a una demencia. El diagnóstico se realiza con la historia clínica y una exploración física que pone de manifiesto los síntomas motores cardinales. Algunas pruebas, como un escáner cerebral, pueden ayudar al diagnóstico. A día de hoy, no hay un tratamiento curativo para las enfermedades neurodegenerativas y los factores desencadenantes son, a menudo, desconocidos.